Empezó la feria
Publicado el lunes, 30 de abril de 2007 por Ximo Puig Ferrer
En el día donde todos los titulares hablan de Sofía, en un puente para algunos y en una especie de viernes anticipado para otros, vivimos el último día de abril camino de un mayo trufado de promesas.
Dentro de 27 días los ciudadanos decidirán libremente cómo se componen los distintos ayuntamientos y
A este examen cada uno debe acudir con los deberes hechos. Sin duda, ha de ser aquel que obtuvo la confianza para gobernar quien ha de dar cuenta del resultado de sus promesas. Y la oposición convertida en alternativa debe poner encima de la mesa el programa de mejoras para el país y también el panel de incumplimientos del competidor gubernamental.
Y en eso estamos.
El anàlisis del programa que presentó el PP a los ciudadanos en la provincia de Castellón hace cuatro años no puede ser más instructivo y si me lo permiten, más decepcionante. De los 166 compromisos adquiridos, 95 no han sido realizados, 21 eran competencias ajenas, 34 no concretaban nada y sólo 16 han sido cumplidos.
Es decir un grado de incumplimiento del 90,36 por ciento.
No les aburriré con el listado completo pero a modo de ejemplo podemos enumerar algunos significativos como el conjunto de ciudades prometidas como la de las lenguas, la de la naturaleza, la de la euforia –que nunca supimos a qué se refería-, mundo ilusión y un megaespai que tampoco está ni se le espera.
En el ámbito del desarrollo tecnológico ni el parque científico tecnológico de
En políticas sociales no se ha cubierto ni de lejos la promesa de cubrir la demanda de plazas de residencias para personas dependientes, ni se han construido los llamados hospitales auxiliares de Vall d’Uixò y dels Ports, y de las habitaciones individuales en todos los hospitales no sólo se ha incumplido absolutamente sino que nos hemos situado en la cola de la ratio habitante por cama. Es más en esta ratio estamos peor que 1995 cuando cambió el signo del gobierno. Aunque ahora dice Font de Mora que no, que sobran camas, que ahora estamos en la hospitalización exprés y que no hay listas de espera. ¿Qué? Si la realidad nos desmiente pues la obviamos y punto.
Y así hasta 95 acciones de gobierno incumplidas.
Por higiene democràtica sería razonable que quienes prometieron y no cumplieron dieran las explicaciones oportunas empezando por reconocer la realidad de los hechos.
La credibilidad de la política está en cuestión. La asepsia cuando no indiferencia de los ciudadanos reside en gran parte en la falta de respuesta de los representantes públicos y en la asunción de responsabilidades.
Durante este mes se desgranarán miles de medidas para edulcorar la vida de los votantes pero no estaría mal hacerse con una guía para detectar mentiras y desnudar en términos de confianza, a quienes practican la amnesia selectiva.
Mención aparte merece el comportamiento poco honorable de personas imputadas que buscan refugio en el poder como escudo protector de las más diferentes indecencias. En ese caso el castigo de los ciudadanos es una urgencia de la democracia.
Bien, empezó la feria, que la alegría de las promesas se compadezca con la realidad y que la distancia entre los políticos y la ciudadanía disminuya para beneficio de la cohesión necesaria de nuestro país y de todos sus pueblos y ciudades.
Pasen un tranquilo uno de mayo y mañana no estaría mal recuerdar la aportación del movimiento obrero al progreso social, al estado de bienestar que hoy con todas las carencias que se quiera, disfrutamos.
Oiga y buena semana que miren si empieza bien que mañana ya es fiesta.