Empezó la feria

En el día donde todos los titulares hablan de Sofía, en un puente para algunos y en una especie de viernes anticipado para otros, vivimos el último día de abril camino de un mayo trufado de promesas.

Dentro de 27 días los ciudadanos decidirán libremente cómo se componen los distintos ayuntamientos y la Generalitat. En este periodo se hablará mucho por parte de candidatos y de líderes políticos. Desgraciadamente quizás escuchen/escuchemos menos de lo necesario. Las campañas se asemejan demasiado a un diálogo de sordos, con escasos debates y todo deviene un relato muy publicitario.

A este examen cada uno debe acudir con los deberes hechos. Sin duda, ha de ser aquel que obtuvo la confianza para gobernar quien ha de dar cuenta del resultado de sus promesas. Y la oposición convertida en alternativa debe poner encima de la mesa el programa de mejoras para el país y también el panel de incumplimientos del competidor gubernamental.

Y en eso estamos.

El anàlisis del programa que presentó el PP a los ciudadanos en la provincia de Castellón hace cuatro años no puede ser más instructivo y si me lo permiten, más decepcionante. De los 166 compromisos adquiridos, 95 no han sido realizados, 21 eran competencias ajenas, 34 no concretaban nada y sólo 16 han sido cumplidos.

Es decir un grado de incumplimiento del 90,36 por ciento.

No les aburriré con el listado completo pero a modo de ejemplo podemos enumerar algunos significativos como el conjunto de ciudades prometidas como la de las lenguas, la de la naturaleza, la de la euforia –que nunca supimos a qué se refería-, mundo ilusión y un megaespai que tampoco está ni se le espera.

En el ámbito del desarrollo tecnológico ni el parque científico tecnológico de la UJI, ni el parque científico tecnológico cerámico ni por supuesto alcanzamos el 2 por ciento del PIB como inversión en I+D+I. Nos quedamos estancados en el 0,9 por ciento por debajo de la media nacional que esta en el 1,1 por ciento.

En políticas sociales no se ha cubierto ni de lejos la promesa de cubrir la demanda de plazas de residencias para personas dependientes, ni se han construido los llamados hospitales auxiliares de Vall d’Uixò y dels Ports, y de las habitaciones individuales en todos los hospitales no sólo se ha incumplido absolutamente sino que nos hemos situado en la cola de la ratio habitante por cama. Es más en esta ratio estamos peor que 1995 cuando cambió el signo del gobierno. Aunque ahora dice Font de Mora que no, que sobran camas, que ahora estamos en la hospitalización exprés y que no hay listas de espera. ¿Qué? Si la realidad nos desmiente pues la obviamos y punto.

Y así hasta 95 acciones de gobierno incumplidas.

Por higiene democràtica sería razonable que quienes prometieron y no cumplieron dieran las explicaciones oportunas empezando por reconocer la realidad de los hechos.

La credibilidad de la política está en cuestión. La asepsia cuando no indiferencia de los ciudadanos reside en gran parte en la falta de respuesta de los representantes públicos y en la asunción de responsabilidades.

Durante este mes se desgranarán miles de medidas para edulcorar la vida de los votantes pero no estaría mal hacerse con una guía para detectar mentiras y desnudar en términos de confianza, a quienes practican la amnesia selectiva.

Mención aparte merece el comportamiento poco honorable de personas imputadas que buscan refugio en el poder como escudo protector de las más diferentes indecencias. En ese caso el castigo de los ciudadanos es una urgencia de la democracia.

Bien, empezó la feria, que la alegría de las promesas se compadezca con la realidad y que la distancia entre los políticos y la ciudadanía disminuya para beneficio de la cohesión necesaria de nuestro país y de todos sus pueblos y ciudades.

Pasen un tranquilo uno de mayo y mañana no estaría mal recuerdar la aportación del movimiento obrero al progreso social, al estado de bienestar que hoy con todas las carencias que se quiera, disfrutamos.

Oiga y buena semana que miren si empieza bien que mañana ya es fiesta.

Lloviendo piedras sobre Virgina.

La matanza inmisericorde en el campus universitario de Virginia, ha conmovido los cimientos de una sociedad que actúa como metrópoli porque lo es. El efecto de la globalización hace que veamos cada día más cercanos los acontecimientos más diversos aunque con el mapa en la mano, estén tan lejanos.

Desde el asesinato masivo, irracional, enloquecidamente sin sentido cometido por el estudiante Cho Seung-Hi, no paro de acordarme del magnífico documental de Michael Moore que dirigió tras los terribles sucesos de Colombine, un instituto de secundaria de Colorado donde hace ocho años 13 personas perecieron asesinadas por dos alumnos que después se suicidaron.

En aquel momento, como ahora, los sectores más conservadores de la sociedad americana insertados algunos de ellos en la Asociación nacional del rifle acudieron en masa a poner el grito supuestamente liberal de la tenencia de armas como hecho identitario, nacional, irreversiblemente constitucional.

Ya se sabe –Helenio Herrera,dixit- la mejor defensa es un buen ataque. Así lo interpreta el armero que surtió de los efectivos armamentísticos al asesino múltiple:”Si los estudiantes hubieran estado armados hubieran aniquilado antes al homicida”, sentenció el mercader, impasible, convicto de una ideología que le permite huir de la mala conciencia.

En Estados Unidos lo demostró con gran clarividencia Moore comprar una escopeta o una ametralladora es tan fácil como hacerse con una barra de pan o una coca-cola.

El virus de la violencia no es una exclusiva made in usa. En los últimos años muchos países europeos entre otros el nuestro han visto como en los institutos surgían enfrentamientos, se visualizaban vejaciones, aumentaba la presencia del conflicto y con ella la desazón sobre qué está pasando con nuestros adolescentes.

El testamento del joven asesino, televisado sin pudor por una cadena americana en horario de máxima audiencia –también, por supuesto sin ningún hálito de mala conciencia-, viene a sintetizar un cóctel de graves distorsiones mentales con fundamentalismo pseudoreligioso y una inmensa soledad.

No hay explicación para semejante tragedia dicen las autoridades del campus y del país pero lo cierto es que el propio sentido científico universitario y la responsabilidad de quienes gestionan la sociedad no pueden parapetarse en el determinismo fatalista.

Porque además del antecedente de Colombine, en la propia universidad de Virgina Tech a finales de agosto del años pasado un joven mató a dos personas.

El debate sobre el control de armas en la sociedad americana es absolutamente pertinente. El año pasado 3000 menores murieron por armas de fuego en Estados Unidos y eso no puede despacharse con la grandilocuencia patética del presidente de la Asociación nacional del Rifle, el ex actor Charlon Heston que en la película de Moore blandiendo el rifle reta a ver quien es capaz de arrebatárselo en nombre de la libertad.

El país más desarrollado del mundo no puede pasar por alto valores básicos de la civilización que tanto dicen defender y mandar mensajes al mundo tan ferozmente contradictorios.

Por lo demás, la aportación del libro a la libertad es significactivamente superior al rifle. Y la de Antonio Gamoneda al espíritu y a la cultura bastante superior a la de Charlon Heston. Y hoy dia de Sant Jordi, día de reivindicación del libro como instrumento de la cultura, la paz y la libertad permítanme que les regale un poema de ese gran poeta Gamoneda que hoy recibe de manos del Rey el premio Cervantes.

AMOR

Mi manera de amarte es sencilla:

te aprieto a mí

como si hubiera un poco de justicia en mi corazón

y yo te la pudiese dar con el cuerpo.

Cuando revuelvo tus cabellos

algo hermoso se forma entre mis manos.

Y casi no sé más. Yo sólo aspiro

a estar contigo en paz y a estar en paz

con un deber desconocido

que a veces pesa también en mi corazón.

Con mis mejores deseos, buena semana.

El debate sobre el debate

La puesta en escena del programa de la televisión pública española que permitió a medio centenar de ciudadanos preguntar directamente al presidente Zapatero, se ha constituido como un cierto revulsivo en la comunicación política.

La primera constatación viene derivada por el propio interés del programa que tuvo unos datos magníficos de audiencia.

La política, la gestión de los intereses de todos no puede ser objeto de secuestro por parte de los políticos. Las instituciones representativas, los partidos políticos conforman la arquitectura necesaria para la adecuada articulación democrática pero la participación de los ciudadanos, depositarios de la soberanía, no puede limitarse al ejercicio del sufragio.

Rescatar la política de las garras de quienes la manosean como si fuera suya es una ambición justa para la regeneración.

La calidad de la democracia gana cuando las decisiones se conforman de una manera más dialogada, más compartida, con mayor corresponsabilidad.

Y el ciudadano tiene derecho a una respuesta.

La segunda anotación tiene que ver con las preocupaciones de la gente que periodistas y políticos entretenidos en debates circulares dejan demasiadas veces de lado. La agenda planteada por los interpelantes designados por una empresa demoscópica ofrecieron un amplio abanico de temas coincidentes con las prioridades de la vida cotidiana. No hubo temas tabú, pero sobre todo no lo inundó todo el monotema que abastece las sesiones de control al gobierno.

Si en el parlamento, si en los medios de comunicación las preguntas y los titulares obedecen a otra agenda, es una mala señal de alejamiento que ni los responsables políticos ni los medios de comunicación debían desoir.

La tercera consideración tiene que ver con los medios y, concretamente, con el papel de la televisión pública. El público ha demostrado que el prime time no está reservado para las series de éxito o programas mayormente horteras. También merece espacio el debate u otros formatos destinados a una población que tiene derecho a una oferta informativa plural y de calidad. El reflotamiento de la imagen de la televisión pública contrasta y nos da sana envidia si en una comparación –sin duda odiosa- vemos lo que pasa en Canal 9. El fin de la televisión gubernamentalizada es una gran noticia para la calidad de la democracia y el derecho a la información. Ésa es la estela por la que tienen que transitar todas las televisiones públicas para superar la asignatura pendiente del pluralismo y también del despilfarro.

Y además, ya entre nosotros, dos breves comentarios.

La UJI debe albergar los estudios de ciencias de la salud. Se trata de un nuevo paso en el desarrollo de nuestra universidad. Por muchas razones la opción de la UJI debe ser prioritaria frente a la universidad católica de Valencia que pretende privilegiar el gobierno de la Generalitat.

Para mejorar nuestro estado del bienestar es fundamental aumentar los profesionales de la sanidad. En Valencia ya hay facultad de Medicina, en Alicante también, ahora toca Castellón.

Y para acabar, es triste y lamentable el apagón TV3 en la Comunitat Valenciana. Si Canal 9 se puede ver en Mallorca o en importantes zonas de Catalunya o de Aragón o incluso de Murcia o Castilla-La Mancha, ¿qué mentalidad tan absolutamente retrógrada puede proponer semejante escudo anti TV3?

Descansen estos días de Semana Santa.

Y ten cuidado en la carretera. Te necesitan los que te quieren. Te necesitamos todos.